Después de que expusieran sus fotos íntimas, ALFREDO ADAME asegura que será más precavido en sus relaciones
Texto: Nayb Canaán Fotos: José Luis Ramos
Una mala racha en el amor ha perseguido a Alfredo Adame durante los últimos meses. El actor, cuya intimidad, incluso, fue expuesta por una expareja, asegura que del trago amargo ya aprendió la lección, y ahora se siente con la capacidad de escoger mejor a la hora de establecer una nueva relación. Ni deprimido ni desilusionado; por el contrario, el artista se abre al amor, pero con el antecedente que le hace encender las alarmas a la hora de comprometerse. “EL ESTADO IDEAL ES EL DIVORCIADO” Te ha ido muy bien con la obra Soltero, casado, viudo y divorciado... Sí, es una obra hermosa, una comedia ligera con mucha reflexión, interactiva con el público. Son los cuatro estados civiles: soltero, casado, viudo y el divorciado, que se presentan ante un jurado presidido por Dios y en el que él nos pide los motivos por los que queremos obtener la autonomía e independencia. Queremos libertad y ese jurado nos va a calificar, y si tenemos la razón, nos libera de las mujeres. En parte, has experimentado esos estados civiles, menos el del viudo... Sí, soy soltero, estuve casado y divorciado, pero mi primera exmujer falleció muchos años después del divorcio.
¿Cuál ha sido el peor de todos? Creo que el casado, y el estado ideal es el divorciado, porque al final de cuentas ya tuviste una relación, ya sabes lo que es. Esas son experiencias que enriquecen nuestras vidas. Ya luego uno se la pasa buscando el amor nuevamente... “AHORA ME IRÉ CON MÁS CALMA” ¿Tú lo buscas actualmente? Sí, es que yo no estoy cerrado al amor, pero tampoco lo ando buscando. Mucho menos en este momento tan turbio de tu vida sentimental... Es un momento turbio, pero porque ellas quieren. No soy yo, son ellas. Yo vivo la vida. Después de la relación de la mujer de Guadalajara tuve otras dos. Ando buscando una mujer que quiera ser feliz y que yo la haga feliz, que la complazca, que le dé amor, motivación, todo, y apareció por ahí una mala mujer que se quiso pasar de lista, levantó la mano y dijo: “¡yo!”, pero resultó ser una mitómana, fraudulenta y todo lo que se puedan imaginar. ¿Qué aprendiste de todo eso? Aprendí a no volver a creerle a nadie. ¿A ninguna mujer? A ninguna le creeré en primera intención. Lo que voy a hacer ahora es utilizar la intuición, me iré con más calma, miramiento, tranquilidad. Obviamente tendré cuidado y no estoy cerrado ni por el Facebook, con decir que ¡ya he conocido a unas! “SE INCREMENTÓ MI CANTIDAD DE SEGUIDORAS” ¿Le escribirías a otra mujer por esa vía? Sí, claro, de repente, pero ahora voy a ser mucho más cuidadoso. ¿Enviarías fotos comprometedoras de nuevo? ¡No, ya no! La que me exhibió es tonta, porque primero dijo que el miembro viril era chico, y después ella misma mandó unas fotos donde se ve que no lo es. Lo único que hizo fue incrementarme la cantidad de admiradoras (risas). ¿Esto no habrá pasado por ser una mujer mucho más joven que tú? No. ¿Cuál joven? Me dijo que tenía 45 años y salió de 52. Era más vivida y zorra... ¡Me engañó con todo! Jugó sucio.