Formada en prestigiadas escuelas de música en EU, NORA ZAHERA emprende el reto de la mano de BERTÍN OSBORNE
TEXTO: ALEJANDRO SALAZAR HERNÁNDEZ FOTOS: OCTAVIO LAZCANO
Nació en Parral, Chihuahua, y desde entonces la canción ranchera la ha acompañado. Al dejar la adolescencia inició estudios de música en dos de las más prestigiadas universidades de Estados Unidos. Esa formación le permitió participar como corista de Alejandro Sanz en la edición 2013 de los Grammy Latinos, abrirle conciertos a Yuri, Reik y Lila Downs, e interpretar México, lindo y querido ante el expresidente estadounidense Bill Clinton. Hace dos años, apoyada por el Instituto Mexicano del Mariachi, presentó su primer disco: Mi corazoncito, dirigido por Chucho Rincón, descubridor de Joan Sebastian, y recientemente fue lanzado Amor de todos mis amores, composición inédita de José Alfredo Jiménez que interpreta a dueto con el español Bertín Osborne. El tema pinta como primer éxito en la carrera de Nora Zahera, a quien presentamos en entrevista. “ESTUDIÉ ÓPERA UN AÑO” Naciste artista y desde temprana edad confirmaste que lo tuyo es cantar, ¿en qué momento decides hacerlo como forma de vida? Cuando dije: “¡Ya!”. Me fui al Interlochen Center for the Arts, en Michigan, un internado de música clásica, aunque no tenía planeado estudiar música. Todos mis compañeros aplicaban para universidades top, y yo iba a ir al Tec de Monterrey a estudiar otra carrera. Por presión social investigué universidades de música, entre ellas Berkley College of Music. Dije: “Si no me aceptan ahí, no estudio música”, ¡y que me aceptan! Me fui indecisa porque me daba miedo. La carrera musical es de mucha persistencia, resistencia y todo lo que termina en tencia (risas). Mi papá me dijo: “Si resistes un año, ya te fregaste”, ¡y me fregué! (risas). ¿Ingresaste al internado de música clásica pensando en ser cantante de ópera? No. Como nunca tuve educación formal de música, la mejor manera de adquirir una buena técnica vocal era empezando con el canto clásico. Por eso estudié ópera un año. ¿Cómo te convertiste en la primera artista apoyada por el Instituto Mexicano del Mariachi? Llegué a la Ciudad de México recién egresada de Berkley sin plan fijo. Conocí a Miguel Trujillo (descubridor de Reik y mánager de Yuridia), me escuchó cantar ranchero y me contó ser parte del Instituto: “Buscamos a una joven mujer a quien apoyar, ¿te animas?”. Me presentó su proyecto y me enamoré de éste. ¿Qué te lleva a apostarle todo a la música mexicana? Desde niña me encanta. Toda mi familia es charra: mi papá, mis tíos, mi abuelo... Crecí en charreadas y fiestas oyendo mariachi y banda. La música mexicana es la más bonita y elegante de todas, me enorgullece que sea de México y nos distinga a nivel mundial. Hace dos años el género estaba muerto, pero en 2018 llegó Christian Nodal y le dio un buen empuje. Hay que apoyar este género que resurge poco a poco. “LA MÚSICA MEXICANA PUEDE SER TRENDY, COOL...” Has tenido la fortuna de cantar música mexicana ante notables personalidades, ¿imaginaste que tu carrera te daría ese privilegio? No, pero lo sentí cuando canté para Bill Clinton México lindo y querido. Al terminar dije: “¡No manches, qué padre!”. También cuando acompañé a Alejandro Sanz en los Grammy Latinos; estaba en el escenario y vi a Marc Anthony y Laura Pausini ahí sentados. Pensé: “¡Qué onda!”. Es muy padre hacer lo que te gusta y empezar a ver ya los frutos del esfuerzo de años. ¿A dónde quieres llegar? Me encantaría representar la música mexicana internacionalmente, tener el privilegio de cantar con mariachi en Japón, España... A nivel nacional, transmitir a los jóvenes que la música mexicana puede ser trendy (moderna) y cool, no es música de nuestros abuelitos. Mi tarea está muy cañona, pero voy a hacerlo. Seguiré trabajando duro para ver resultados en unos años.
A nueve años de abandonar tu casa en busca de este sueño, ¿qué es lo que más te ha dolido sacrificar? Estar lejos de mi familia, lejos del lugar donde nací. Salí cuando tenía 17 años, y ha sido muy duro porque me he perdido bodas, nacimientos, graduaciones... A veces digo: “¡Ay, mejor me regreso y vivo en Chihuahua!”, pero luego pienso: “No, ya estoy aquí, le estoy invirtiendo mucho tiempo. Síguele”, y aquí sigo. “ME TIENE EN SHOCK GRABAR LA CANCIÓN DE JOSÉ ALFREDO” ¿A quién admiras del género ranchero? A la señora Aída Cuevas. He asistido a algunos de sus palenques y siempre salgo llorando, y no por borracha (risas), sino porque su voz me llega muchísimo. Me gustaría cantar a dueto con ella, con Alejandro Fernández, con Christian Nodal –que me encanta– o El Bebeto. ¿Cómo se da la oportunidad del dueto con Bertín Osborne? Gracias al Instituto Mexicano del Mariachi; él grabó con ellos un disco de canciones rancheras con la colaboración de Vicente Fernández Jr., Horacio Palencia, Shaila Dúrcal, El Bebeto... Y ahí anduve yo también de metiche, de colada (risas). ¿Qué te dejó grabar con él? Número uno: me cayó superbién. Número dos: muy probablemente cantaré con él durante una gira que hará por México. Estoy muy agradecida por el apoyo que me ha dado. ¿Qué representó para ti grabar un tema inédito de José Alfredo Jiménez? No puedo explicarlo, ¡sigo en shock! Es un honor enorme. Contaba a personas cercanas que es la canción que más me ha emocionado lanzar, ¡no me la creo! Soy amiga de su nieto y le decía: “¡Wow! Tu abuelo era bien fregón”. La letra es coautoría de él con Chucho Rincón porque tocaban juntos, iban a fiestas y se ligaban chavas. Se les ocurrían letras y las escribían en servilletas. Amor de todos mis amores salió precisamente de esas notas.