Mario Discua el exsecretario del Príncipe de la Canción, José José, nos revela cómo era el intérprete fuera de los escenarios.
En 1982, cuando Mario Discua trabajaba como jefe del almacén de utilería en Televisa San Ángel, recibió una llamada de Jorge Neri, director de la orquesta de José José para plantearle una tentadora oferta que le cambiaría la vida. “Era la época de Amor, amor, mi canción favorita, y en ese momento se acababa de quedar sin su asistente, sin su mano derecha; fue entonces cuando me dijeron que el hombre a quien consideraba mi ídolo requería una persona de mucha confianza”, adelanta Mario a TVyNovelas. Su historia con El Príncipe de la Canción se remonta a aquellos tiempos en los que el intérprete vivía su idilio con Anel Noreña: “Me ofrecieron trabajar a su lado, pero me lo pensé mucho porque yo tenía mi planta en Televisa. Sin embargo, por morbo, por curiosidad, acepté ir a su casa a escuchar la propuesta. El día que fui estaban reunidos Manolo Noreña y Carlos Amador, por la filmación de la película Gavilán o paloma” “Me presentaron a Anel y ella me invitó a su oficina, ubicada en la parte de arriba, me hizo varias preguntas y me recalcó que quería que trabajara para ellos, me preguntó si tenía pasaporte, porque el lunes siguiente salía a una gira de un mes completo en Colombia. Yo me emocioné y como me debían dos meses de vacaciones en la empresa, pedí esos días y me fui de gira”. “El lunes ya estaba yo con mi maleta y nos fuimos a Barranquilla, Medellín, Cartagena, Pereira. Así me uní a su equipo para vivir una de las experiencias más gratificantes que he tenido”. Es por esto que aquí recopilamos algunas de las anécdotas que más atesora Mario Discua al lado de la estrella mexicana Imperdible: Sarita Sosa comparte fotos inéditas de José José antes de morir Se inyectaba vitaminas “Yo contestaba todas las cartas que le llegaban de sus admiradoras, le inyectaba vitaminas antes de que cantara, me hacía cargo de sus relaciones públicas en la prensa, escogía su ropa, y hasta le cambié su imagen porque digamos que sus gustos, a la hora de vestir, eran un poco pasados de moda y Anel y yo quedamos en que lo íbamos a modernizar”. Te puedo decir que en algunas portadas de los discos yo le elegí la ropa y lo asesoraba para las fotos de revistas y periódicos. Él siempre me habló de usted, yo siempre fui Don Mario o Mayito, su nano”. Viajó por el mundo “A su lado conocí la república mexicana de norte a sur, Centro y Suramérica, Estados Unidos, las ciudades más importantes, viajé con él a Israel, a Jerusalén, visité Argentina, Venezuela, Ecuador, El Salvador, Argentina, en su mero apogeo, cuando promocionaba el disco Secretos, su mejor álbum, el más vendido. Mi habitación siempre estaba al frente o al lado de su cuarto”. Su casa por dentro “Él tenía una casa sensacional en El Pedregal, calle Océano 90. Si algo tenía y tiene Anel es buen gusto para decorar. El hogar que compartían era un ambiente muy moderno porque ella le encantaba estar innovando. Cada año cambiaba todo, tenía en la sala fotos de José José con Marco Antonio Muñiz, con Raffaella Carrà, con don Pedro Vargas. Había un salón de juegos con una mesa de billar que le gustaba mucho. Recuerdo que en el jardín, atrás, había una casa de muñecas para Marysol, ahí ella pasada horas. Cuando regresábamos de las giras su recamara olía a incienso, a veladoras perfumadas. Toda su casa era flamante, impecable”. Puedes leer: Vidente jura que Anel mató a José José ¡VIDEO! Regalos para sus hijos “Cuando nos íbamos de viaje estaba muy pendiente de comprarle regalos a Marysol y Pepito. El último día de nuestros compromisos me daba dólares para que me encargara de los juguetes de los niños, él confiaba en mi buen gusto. No podía volver a casa sin llevarle algo a sus pequeños, él no reparaba en gastos cuando se trataba de ellos, por eso llegábamos con las maletas bien cargadas”. Comía en San Pedro de los pinos “Le encantaba todo tipo de comida, recuerdo que comía en las colonias populares, le gustaban los guisos caseros. Amaba el pozole, los tacos, siempre íbamos al mercado de San Pedro de los pinos a comer enchiladas. Le gustaban los postres, pero Anel lo cuidaba para que no engordara. Su bebida favorita era el Mundet de sabor prisco”. Madrugaba por sus fanáticos “Cuando se presentaba en El Patio, se hacían las 3 de la mañana y él no se iba hasta que no atendía a toda la gente que se formaba para que le firmara sus discos, o hacerse fotos. Él me decía que valoraba el esfuerzo que hacían las personas para poder irlo a ver, que el dinero que invertía el público en sus espectáculos servía para pagar los sueldos de todos los músicos y hasta el mío”. “Recuerdo que nos íbamos a las 6, 7 de la mañana, luego de atender a la última persona. Era muy humilde, muy sencillo y siempre valoré la grandeza de un hombre que saludaba a todo mundo, a mí me hablaba de usted”. No te pierdas: José Joel da detalles de la millonaria herencia de José José Le robaron un millón de dólares “Estando en una gira, viajamos en autobús, y en el baño de una parada me di cuenta que unos argentinos que lo estaban representando se aprovechaban de él. Yo estaba en el privado cuando escuché hablar a estas personas, dijeron que estaban perdiendo dinero con Miguel Mateos y que iban a recuperar el daño económico introduciendo unas facturas falsas con motivo de sonido y luces en el show de José José. Yo fui y se lo conté a mi jefe, se armó un escándalo y ellos me empezaron a hacer la vida imposible, me alejaron de José José y me cansé de la situación, me retiré por los reproches de los argentinos y el señor José José me dio una carta de recomendación y una buena indemnización. Al mes de haberme ido él mismo me llamó a mi casa para decirme que estaba arrepentido de haberme dejado ir porque esta gente le había robado un millón de dólares. Yo no pude regresar porque ya estaba trabajando con las Pandora”. Anel lo consentía “Ellos se amaban, se adoraban, ella vivía para él y para sus niños. Ya después vinieron problemas por una infidelidad, pero siempre vi dulzura. Ella lo atendía, cuando llegaba de una gira eso parecía un día de fiesta, lo esperaba con la cama bien arreglada, cuando estaba durmiendo no se podía hacer ruido, lo dejaba descansar para que estuviera bien de su garganta”. Te interesa: Anel podría lograr que sus restos descansen con los de José José Ritual antes de cantar “Antes de cantar siempre se encomendaba a la Virgen de Guadalupe, unos hermanos espirituales me preparaban una loción y yo lo ungía, le encantaba y rezaba después de vocalizar. Juntos orábamos una oración que le dio su mamá y decía: “Dios mío, canta tú a través de mi garganta. Era muy devoto del Santo Niño de Atocha”. Salía de incognito “Para poder disfrutar una vida normal, se ponía una gorra y unos lentes para ir escondido al cine o al teatro cuando estábamos de gira. Le gustaba mucho visitar a sus amigos de la colonia Clavería. Me acuerdo que cuando se inauguró la primera sucursal de McDonald’s en el periférico, él fue a cortar el listón y nos íbamos a comer hamburguesas
Eg