Geraldine Bazán habló en exclusiva y desde su corazón sobre la vida después de la separación
Geraldine Bazán no quiere victimizarse. Sabe que no es la primera ni la última mujer que pasa por un proceso de divorcio. Su relación con Gabriel Soto, quien fue su pareja por 10 años, terminó un ciclo, y fue ella quien se armó de valor para tomar una de las decisiones más importantes de su vida: separarse.
Lo hizo por el bien de sus hijas, Elissa Marie y Alexa Miranda, por el bienestar de la familia que había creado, pero sobre todo por amor propio, porque hoy sabe que ella es su prioridad en la vida y nunca más volverá a dejar de serlo.
La actriz no ve el divorcio como un fracaso, sino todo lo contrario; lo está tomando como una oportunidad para renacer en todos los aspectos. Se siente fuerte, apoyada y, sobre todo, con ganas de seguir mirando hacia delante. Quiere hacer las cosas con prudencia y decencia, porque eso la caracteriza, y por sus hijas, porque no deja a un lado el amor y respeto que les tiene.
Gracias por la confianza. Te tocó vivir un año lleno de pruebas...
Fue un año rudo, de mucho aprendizaje, conocerme a mí misma y de decisiones importantes, pero al final es eso, creces en todos los aspectos.
¿Cómo vives esta etapa de divorcio?
Hay días buenos y malos, pero no soy una persona que se tire a morir. Siempre voy con la frente en alto, para adelante, mirando al cielo y todo lo bueno que viene.
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