Claudia Martín terminó las grabaciones de Amar a muerte y se dará una pausa en la pantalla para prepararse de lleno en la mejor historia: su boda
TEXTO: Gabriela de los Santos FOTOS: Horacio Castillo, Octavio Lazcano, Cortesía A Claudia Martín se le llenan los ojos de lágrimas y le brillan al mismo tiempo cuando recuerda todo lo sucedido este año. Obtuvo su primer papel protagónico, pasó de proyecto en proyecto sin pausa, se comprometió con el amor de su vida y pronto llegará al altar. Después de grandes pérdidas que invadieron su corazón de tristeza a finales del 2017, la actriz no esperaba que la vida la sorprendiera tanto; hoy aprendió la lección y fluye día a día. La joven se dio una pausa luego de terminar sus grabaciones en Amar a muerte, y platicó con TVyNovelas; por primera vez se sentó a reflexionar sobre todas las experiencias que la marcaron en estos casi 365 días, y con una sonrisa de oreja a oreja nos cuenta detalles de su boda. UN PROTAGÓNICO INESPERADO ¿Qué aprendizaje te deja el personaje de Eva en Amar a muerte? Es la primera vez que hago un personaje más oscuro; anteriormente habían sido más bondadosos, y en este caso, Eva Carvajal se convirtió en un gran reto. Me llevo mucho aprendizaje; hoy por hoy puedo ser capaz de interpretar una gama mayor que antes me daba miedo. ¿Te costó trabajo el cambio? Sí, a veces me costaba decir ciertos textos que eran fuertes para mi personalidad. Estaba escrito de una manera, pero uno tenía que aportar y había cosas más hirientes y crueles. ¿Esperabas que tu primer protagónico llegara a tus 29? No sé. Yo creía o pensaba que algún día iba a llegar, pero no sabía cuándo; las cosas pasan cuando tienen que ser, y para mí eso no ha sido un “bueno, ya lo logré”. Simplemente fue un escalón más, y Eva es otro para seguir creciendo. Ojalá pronto pueda hacer cine. Un año laboral lleno de contrastes... Me encantó. Cuando Nacho Sada me dio la noticia de Sin tu mirada, me pude preparar dos meses antes de grabar. Pero esta vez (Amar a muerte) me dieron la noticia cuando estaba en la obra Dios mío, hazme viuda por favor, fue un domingo y las grabaciones comenzaron el lunes. Todo se ha dado de manera repentina. SU PROMETIDO ¿Cambió tu vida en cuestión personal? Afortunadamente tengo a mi familia muy cerca, y a Andrés; si en algún momento llega a afectarme, me lo van a decir. Mi vida no ha cambiado de un año para acá, he trabajado mucho y ahí estoy al cien. Estando en un ambiente de egos, ¿siguen las amistades? Son de toda la vida, viven aquí en México, llevo siendo amiga de ellas 25 años, no ha cambiado nada. ¿Y en el mundo del medio? Soy una persona muy tímida; en realidad, no soy muy abierta como me gustaría ser, al principio puedo parecer seria porque soy muy callada y estoy estudiando todo el tiempo. Siento que poco a poco me quiero desenvolver mejor; sé que es un trabajo también de conocer gente y platicar, antes no podía llegar y presentarme con alguien, pero hoy en día ya lo hago. ¿Te has sentado a pensar en lo que pasó este año? La verdad, no he tenido ni tiempo, ha sido muy movido. A finales del 2017 tuve dos pérdidas casi en el mismo mes mientras grababa la otra novela, y este año ha sido de adaptación; te das cuenta de cómo puedes compaginar eso que vives en el plano personal familiar, cómo llegaron todas las bendiciones del trabajo, y por otro lado, me voy a casar, Andrés llegó a mi vida. Sin palabras... CASI EN EL ALTAR Te vemos conmovida... Es eso, siento bonito y estoy agradecida con toda la parte profesional y personal. Mi familia me ha apoyado desde el día uno que decidí ser actriz hasta hoy. Viene un gran año, ¿cómo va la boda? Te soy honesta, hasta ahorita estamos amarrando todo. No había podido meterme al cien. ¿Cómo le están haciendo? A él le encanta organizar, a mí no me gusta nada. Sufro porque me pongo muy nerviosa, quiero que salga todo perfecto, así que me encargo de los trámites y el papeleo, y él de la parte creativa y la logística. Nos compaginamos muy bien. ¿Ya se conocen las familias? Ya, conocen a mi mamá, mi hermana, mi abuela y pronto a mi papá. Las reuniones han sido complicadas porque viven fuera, pero se caen muy bien, ya pronto estaremos todos juntos. DE CUENTO DE HADAS ¿Cómo será tu vestido? No les puedo decir mucho, pero a mí me gusta el estilo romántico. Es de manga larga, tiene muchos encajes y está muy lindo, ya me falta la última prueba. ¿Ya te imaginaste a Andrés esperándote en el altar? Ya, y estoy muy nerviosa, pero por primera vez en mi vida estoy dejando que fluyan las cosas. Antes era más perfeccionista. ¿Esperabas dar este paso a los 29? Pensaba que me iba a casar antes, y conforme pasan los años piensas que no estás lista. Andrés llegó a mi vida de una manera maravillosa, como una luz para mí, fue un momento fundamental. Estoy agradecida con Dios de que haya aparecido, y me siento muy feliz de que con él sea con quien quiero pasar mi vida entera. No te había ido tan bien en el amor... Sin comentarios, de eso no quiero hablar. Yo creo que todas son experiencias, aprendes de momentos buenos y malos; gracias a todas esas experiencias, hoy soy quien soy y no me arrepiento. ENCONTRÓ A SU PRÍNCIPE ¿Qué le dices a Andrés? Que gracias por estar siempre aquí conmigo, porque me enseña todos los días algo nuevo para ser mejor ser humano, pareja y persona. Es difícil encontrar a alguien con quien puedas crecer en todos los sentidos, y con él me pasó. ¿Qué proyectos vienen? No sé, ahora sí estoy en blanco. No he querido presionarme, la novela sigue hasta marzo, entonces, intento descansar la imagen, va a llegar cuando tenga que ser y voy a estar feliz. Este año todo fue muy rápido, y a veces necesitas un descanso. Quiero estar más tiempo con mi familia, amigos, disfrutar más de Andrés y fluir para ser feliz.