LARISSA RIQUELME revela cómo la pasa su novio, JONATHAN FABBRO, quien se encuentra en prisión tras ser condenado por el abuso de su sobrina
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO, IG LARISSA RIQUELME,
El argentino Jonathan Fabbro recorrió el mundo como futbolista, jugó en Argentina, Paraguay, España, Colombia y México, donde fueron sus últimos años de carrera en el equipo Lobos BUAP de Puebla, hasta que una ficha por parte de la Interpol dio un giro a su vida de 180 grados.
Se le acusó del delito de abuso sexual a una menor de edad: su sobrina (hija de su hermano y exmánager Darío Fabbro), por lo que desde diciembre de 2017 cumple una condena de 14 años de prisión en la cárcel Marcos Paz, en Argentina. Ahora, en medio de la pandemia, el jugador solicitó a través de su defensa continuar su sentencia en arresto domiciliario, pero le fue negada dicha petición, y al respecto hablamos con su novia, la modelo paraguaya Larissa Riquelme, quien no lo ha dejado solo en todo este proceso.
“EL AMOR TE HACE AGUANTAR UN MONTÓN DE COSAS”
¿Cómo se vive esta pandemia en tu país, Paraguay?
Estamos tranquilos, esta pandemia ha puesto a todos de rodillas, pero siempre he creído que el ser humano sabe cómo levantarse. En Paraguay estamos en un porcentaje medio, tratando de hacer bien las cosas y con un presidente que está tomando todas las precauciones para nuestro país.
Poco más de dos años con una relación tras las rejas, ¿qué te hace seguir?
Amor, el amor te hace aguantar un montón de cosas, sobrepasar todo tipo de barreras; la confianza, sé quién es él a pesar de que me digan que uno no termina de conocer a las personas. Siempre fuimos un libro abierto en nuestra relación, y aquí sólo hay con- fianza, amor, respeto del uno al otro.
¿Continuarás con Jonathan, pase lo que pase?
Seguiré hasta el final.
Vimos una condena de 14 años por parte del tribunal, ¿qué ha pasado con su caso?
No es definitiva, fue para el público, y ese día pasamos un montón de cosas que no coincidían durante el juicio. Los jueces fueron cambiando de ruta, no había suficientes pruebas y nos quedamos sorprendidos con la resolución. Estamos esperando a que se resuelvan un par de cosas favorables para nosotros.
¿Se ampararon?
Sí, metimos un amparo que está ahora en un punto importante, todavía no hay fecha para la sentencia. Algún día se sabrá quién es el verdadero culpable.
¿Cómo está Jonathan?
Él está bien, en un lugar donde no hay muchos reos. Se levanta temprano, hace gimnasio, desayuna, y a la hora de almorzar se pelean porque se quieren sentar con él; tienen un equipo de fut- bol. Espiritualmente está en paz, y eso es lo más importante para una persona que fue privada de su libertad.
¿Duerme tranquilo?
Claro, desde el día uno tiene la conciencia tranquila.
“ÉL SÓLO PIENSA EN BUSCAR SU INOCENCIA Y MANTENERSE FUERTE”
La acusación es muy fuerte: abuso sexual a una menor de edad...
Él no lleva el peso de nadie en la espalda, no se pregunta por qué le están haciendo esto ni qué fue lo que pasó. Él sólo piensa en buscar su inocencia y mantenerse fuerte.
¿Sabes si Jonathan ha vuelto a hablar con su hermano Darío?
“Mi exhermano”, dice Jonhy, y no, por suerte no volvió a aparecer. Toda la familia perdió a ese hermano, ni siquiera lo nombran ni se acuerdan de él; es muy triste ver a una madre que sufre por todo esto.
¿Te ha dicho si ya dio por terminada su carrera en el futbol?
Para nada. Nunca es tarde. Le va a costar jugar 90 minutos seguidos en el campo, pero día a día se prepara dentro de sus posibilidades y eso lo mantiene de pie, la esperanza de salir y despedirse en la cancha. Volver a ese sueño del que le cortaron las alas.
¿Cómo han manejado el riesgo de coronavirus en la prisión argentina?
Desde que comenzó la pandemia suspendieron las visitas, y ahora hacemos videollamada una vez a la semana durante 20 minutos.
Un poco de libertad para sus ojos...
Sí, esos minutos son oro, hace mucho que no ve este exterior y trato de mostrarle todo: la casa, el día, mi familia, sus amigos... Todos nos hemos reunido para saludarlo y le echan porras, ánimos; lo triste viene al final, cuando se corta, ahí comienzan las lágrimas.
¿Le lloras?
Sí, lo extraño mucho.
¿Y él?
Sí, se volvió muy sensible, extraña mu- chas cosas. Hace poco le hicieron un homenaje en video sus fans, porque aquí en Paraguay fue muy querido, hizo historia con el equipo, y ese tipo de cosas le emocionan mucho.
¿Qué ha aprendido en este tiempo tras las rejas?
Este tiempo le ha enseñado más de lo que hubiera aprendido en el exterior. Me dice: “Hoy valoro un montón de cosas, y creo que lo más, y lo único importante, son las personas que están, las que en momentos como éste siguen a tu lado”.
Y tú, ¿cómo le haces para estar siempre positiva?
Uno tiene que estar bien espiritual y emocionalmente; sé que Dios va a poner todo en su lugar. Cada cosa es un aprendizaje de la vida, y este es el mejor examen que estamos haciendo Jonhy y yo; al final, lo vamos a pasar superbién, felices, contentos y olvidando este momento tan duro que pasamos. La fe siempre va sobre todas las cosas.
¿Tienen pensado volver a México?
Claro, es nuestra segunda casa. Cuando todo esto termine queremos empezar desde cero, y uno de los mejores lugares donde queremos rehacer nuestra vida es ahí.
