Atala Sarmiento nos comparte por qué tomó la decisión de no tener hijos
TEXTO: Daniela García Machorro FOTOGRAFÍAS: Javier Arellano, Web
Atala Sarmiento cerró un año difícil pero de mucho aprendizaje, y sobre todo en cuestión de pareja, pues aunque lleva seis años con su esposo, David Ródenas, la periodista confiesa por qué no se ha querido embarazar. “TODO LLEGA EN SU MOMENTO” Año nuevo, vida nueva... Así es, el año pasado fue muy determinante en mi vida porque pasaron muchas cosas fuertes y cambios superdrásticos pero que eran necesarios. Fue muy difícil y hubo cosas dolorosas; sin embargo, me ayudaron a ser más fuerte. ¿Cuál es el aprendizaje más grande que te dejó 2018? Fueron muchos; uno de ellos es que no hay que apresurar las cosas, porque todo llega en su momento. También, en los momentos difíciles aprendes de la gente que está contigo, y no sólo de dientes para afuera. Ya llevas un ratito en Intrusos, ¿cómo te sientes? Muy contenta, trabajo con mucha libertad y eso siempre es algo muy valioso para mí. En lo personal, ¿cómo recibes este 2019? Muy feliz, porque he redescubierto una parte de mi esposo, David, que ya sabía que existía; sin embargo, cuando suceden esas crisis profesionales, vuelve a brotar ese apoyo. Lo valoras más... Totalmente, estoy al lado de alguien que me cuida y me procura. David es mi roca y mi tronco siempre que lo necesito. “MI ESPOSO Y YO SOMOS MUY CELOSOS DE NUESTRO TIEMPO” ¿Te gustaría ser mamá este año? La verdad es que no lo deseo. ¿Por qué? Algún tiempo en mi vida sí me lo planteé porque siempre fui superniñera, pero uno va entrando en un ritmo de vida tan acelerado que no sé si estaría dispuesta a cambiar la dinámica que tengo, ya que un hijo te cambia por completo. ¿Te refieres a tu vida en pareja? Sí, la dinámica familiar que tengo con mi esposo guapo (risas) es muy linda ¿Él nunca te lo planteó? No, los dos estamos muy conscientes de que esa es nuestra vida y no quisiéramos que eso cambiara. Siento que David y yo somos muy celosos de nuestro tiempo como pareja, y un hijo llegaría a modificar ciertas cosas. Es un tema que todavía le cuesta trabajo aceptar a la sociedad... Es una forma de vida muy libre; suena un poco egoísta, pero es una realidad.