Dice que ya huele a suegro.
Adal Ramones se presenta todos los lunes en el Polyforum Siqueiros con la obra Tiro de gracia. Lo encontramos y nos platicó que se divertía con su familia en los Estudios Universal, en Estados Unidos, cuando de pronto su hija Paola le pidió ayuda para comprar un regalo para su novio; en ese momento, ¡murió de celos!
“A MÍ, ¿QUÉ ME IMPORTA?”
Adal, ¿ ya hueles a suegro?
“Sí, ¿tú crees?.. Estábamos de visita en una tienda de los Estudios Universal, cuando Paola me pidió ayuda para comprarle algo a su novio. Fue una muy mala manera de enterarme que mi hija tenía un galán y, lo que es peor, pagar y escoger el regalo”.
¿Qué quería comprarle a su novio?
“Una chamarra de Mickey Mouse y le dije que nada de esas cosas, que mejor le llevara una libretita, unos lapices y se llenó de regalos pequeños. Después de tres o cuatro días de nuestro regreso, llegó emocionadísima a la casa y me platicó que le habían encantado los obsequios”.
¿Cómo reaccionaste?
“Pensé: ¿y a mí, qué me importa? (risas)”.
¿Lo conociste?
“Sí, para colmo era compañero de la escuela de Paola. Un día nos lo encontramos en el aeropuerto y me remonté a mis años de chavo, cuando vi la cara de Paola y la de él, al verse y estar con sus papás, ¡querían que se los tragara la tierra! Sí soy celoso, no me cayó para nada en gracia. Aunque ya terminó con él, porque el niño le prohibía tener amigos”.
¿Cómo lo tomaste?
“Le dije: ‘Qué bien que rompiste con él porque, ¡las mujeres mandan!’”