El tema del secuestro de mi esposo es complicado y triste, pero yo ya perdoné
Gloria Trevi se presentó en el palenque de mi tierra y, por supuesto, ¡yo no podía faltar! ¡Me encanta! La intéprete de Rosa Blue me recibió en la suite de su hotel y ahí hablamos de todo.
Está más guapa que nunca. Alegre, divertida y muy segura, ya no es la Gloria que conocí hace muchos años, cuando todavía estaba en Ventaneando. Aquella Gloria reservada, introvertida, con miedos, ahora habla y habla sin parar. Aquí tienen ustedes la entrevista que también podrán ver en Derecho de admisión.
“Las mujeres no somos violentas”
--- Gloria, traes un discazo y te está yendo espectacular...
“Sí. El primer tema, Esa hembra es mala, se usó como tema de una telenovela, y se hizo un súper hit. No sabes cómo se pone la gente en el concierto, ¡A los niños les encanta! Cuando salió el primer sencillo, Me río de ti, la gente tambén lo llevó al cielo.
Luego vino Vestida de azúcar, una de mis canciones románticas preferidas, y después salió el sencillo de reventón: La noche, para decir "¡Salud, compadre!”.
El sencillo Gloria lo estamos lanzando, y viene en el disco grabado en vivo que sale para marzo. Gloria no es por mi nombre, sino por el significado de luz, fuerza, éxito, amor, valentía... Los que todos nos merecemos.
--- ¿Qué quiere decir Gloria Trevi?
“Más bien es Gloria Atrevi (risas). Se me ocurrió cuando en la disquera me preguntaron: "¿Cuál va a ser tu nombre artístico?”. Fue porque en la escuela me decían “La India” Trevi, ya que siempre andaba de trenzas y me decían “Atrevida”, porque me sonaba a mis compañeritos.
“Yo me había criado en colegio de monjas y cuando, de repente, me pasan a uno mixto, un niño llegó, me tocó y... ¡zas! que le suelto un golpe. Nunca fui como una vengadora de las mujeres; las defendía y no me dejaba”.
--- ¿Cómo eras realmente?, ¿calladita?
“Muy callada, y lo sigo siendo cuando estoy en mi casa. Soy tranquila, pero de extremos; cuando me emociono, soy súper efusiva, lloro de felicidad o de dolor, o, cuando me río, lo hago a carcajadas”.
--- ¿Qué te emociona?
“Muchísimas cosas. En este concierto que tengo en León, me dan ganas de llorar y, al mismo tiempo, muchos nervios; siempre para mí es como si fuera la primera vez. Cada vez que estoy con el público, siento esa energía, pero nunca es la misma porque siempre la gente es diferente.
Cuando veo a la gente gritar, aplaudir, recuerdo algunos momentos en los que la estaba pasando mal; me siento muy agradecida, y ahí empiezo a llorar de emoción, gratitud y felicidad”.
- Armando está celebrando su cumpleaños, y todos supimos esa parte tan fuerte que pasaste: el secuestro, que es lo más denigrante que puede hacer un ser humano a alguien, ¿cómo lo superaste?
“Todo el tiempo sentí que no era yo quien lo tenía que superar, sino quien debía ayudar a mi esposo a superarlo. Él sí se sintió muy mal, tuvo unos días de mucha tristeza, porque te enfrentas a muchas cosas y no sabes la incertidumbre de saber si vas a salir vivo o de qué va a pasar.
“Me imagino que, más que preocuparse por él, lo estaba por nosotros. Cuando regresó pude abrazarlo y ayudarle a volver a confiar. Cuando salí de lo mío, dije: “Yo no voy a dejar de confiar y amar, y voy a tener más cuidado en quién confió y amo y le doy las cosas lindas”.
“Para mí era muy importante eso. No critico y no hemos abundado mucho en ese tema, porque es complicado y triste y yo ya perdoné. Hablo mucho con Armando y sé que ha superado ya una buena parte de algo que le dolió muchísimo”.
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