La casa de Barbie es uno de los accesorios más codiciados de la línea de juguetes que, desde 1959, fecha en la que se lanzó la muñeca.
Igual que Barbie, la casa ha evolucionado de acuerdo con las épocas y revoluciones sociales a las que se ha enfrentado la sociedad.
Al principio, por ejemplo, la casa era una mansión que aspiraba a emular las propiedades de los millonarios hedonistas del oeste de Estados Unidos, sobre todo de la naciente zona rica de Los Ángeles.
Pero al mismo tiempo, esa casa significó, por el simple hecho de su nombre, una revolución: la historia inmobiliaria de Estados Unidos documenta que hasta la década de los setenta, a las mujeres no se les daban créditos hipotecarios.
“Las instituciones financieras rechazaban con frecuencia las solicitudes de crédito hipotecario de mujeres sin aval masculino cuando Mattel presentó la Casa de los Sueños en 1962", señala un artículo del NYT publicada con motivo del estreno de la película Barbie.
En la película se puede ver la evolución de la casa de Barbie pero también la fantasía e ingenuidad que rodeaba a los juguetes de la muñeca en aquellos años.
Al estilo de las casas de Palm Springs (lujosas, con muchos espacios al aire libre, orientadas a las vacaciones permanentes) la casa de Barbie es obivamente rosa y dividida en tres grandes plantas.
En la parte superior está su recámara con una cabecera de fantasía que evoca la estética de las sirenas.
Ahí mismo está una ducha con un medio muro que le permite ver el horizonte mientras se baña.
En la segunda planta está su vestidor y en la planta baja está la sala y un enorme espacio en el que puede disfrutar de la visita de sus amigos.
Por la parte de atrás de la casa baja una resbaladilla directo a su piscina y en el costado derecho de la casa está su automóvil.
Una casa definitivamente de ensueño que, en la trama de la película, sirve como punto de arranque para que Barbie haga un viaje hacia el mundo real, donde definitivamente esa casa no existe.