Si hay alguien que siempre ha estado para Wendy Braga en las buenas, las malas y las peores, es su mamá, la señora María Peraza, quien se ha encargado de ayudarle a la actriz a criar a su hijo con todo lo que implica, debido a que Wendy pasa largas temporadas sola porque su esposo, el británico John Worth, pasa meses en Reino Unido por su trabajo.
“Le doy muchísimas gracias a Dios que cuento con mi mamá, que es mi gran apoyo, que nos la secuestramos a partir de que nació Henry. Es mi ‘esclava’, bueno, no mía, es la ‘esclava’ de Henry, entonces en la medida de lo posible cada vez que yo puedo, de alguna forma, hacerla sentir bien o darle algo que ella desea, para mí es un placer hacerlo porque le debo tanto tanto, sin ella no podría seguir con mi carrera, sería imposible”, nos relató Wendy en el pódcast de TVyNovelas.
Su mamá siempre ha estado con ella al pie del cañón, incluso en la sala de parto y fue quien insistió en que le pusieran anestesia para que Henry llegara a este mundo, pues Wendy ya llevaba 17 horas en trabajo de parto y el bebé no podía salir.
Ahora, a los tres años de Henry, su mamá continúa a su lado y Wendy pone en acción muchas de sus enseñanzas.
“HAY MUCHAS OPORTUNIDADES QUE HE TENIDO QUE NO SON MÉRITO MÍO, SON MÉRITO DE ELLA”
“Ella fue la primera abogada ambientalista del estado (Yucatán) y trabajó como loca y me tuvo en los mejores colegios, me tuvo en clases de todo y me llevaba y me traía. Ella me dio el ejemplo y se lo agradezco mucho, porque hay muchas oportunidades que sé que yo he tenido, y por ende muchos sueños cumplidos, que no son mérito mío, son mérito de ella, porque ella fue la que sin comer agarraba el carro y me llevaba a las clases de ballet, de gimnasia, de hawaiano”, recordó Wendy con nostalgia.
Por eso ahora cuando muchos la felicitan por haberse quedado en alguna serie o proyecto, dice: “A ver espérame, el que supiera inglés fue gracias a ella, el que yo supiera ballet fue gracias a ella, que desde los cuatro años me llevaba a clase, y entonces es lo mismo que quiero para Henry, darle una amplia gama de oportunidades”. Así como le abrió las puertas para muchas disciplinas, Wendy reconoció que su mamá también fue dura con ella.
“Mi mamá sí fue de chancletazo y nalgada, si sentía que le estaba faltando al respeto me daba cachetada, era muy severa con mis clases, yo fui niña becada muchos años, entonces tenía que sacar buenas calificaciones y aparte iba a muchas clases, y tenía que cumplir con todo porque era un gran esfuerzo el que ella me pagara mis clases”, nos contó.
Ahora con su retoño, Wendy aceptó que sí es estricta y pone límites, pero trata de ser lo más asertiva posible y lo más importante para ella es demostrarle que lo ama y no sólo con palabras, sino también con acciones.
“Soy muy besucona, siempre le digo que lo amo, pero también hay que regañarlo, decirle: ‘A ver esto; mi amor, a la siguiente te doy una nalgada, te lo dije, se acabó”.
Y es que su meta es que pueda ser un adulto funcional en un futuro y que pueda cumplir sus sueños, igualmente que ella, a través de la disciplina, además de que quiere formar a un caballero, “aspiro a que algún día él encuentre una dama en toda la extensión de la palabra”. Mientras llega ese momento, la actriz, a quien vemos en la serie de comedia Riquísimos… por cierto, nos compartió que su pequeño ya probó las mieles de la fama, pues a su corta edad se lo pidieron para hacer un comercial.
“Lo han invitado a hacer ahí algunas cosas, no lo he querido meter como de lleno a algo, pero me lo han pedido que para imagen de una marca de tienda departamental y salió ahí posando, de pronto cuando son cositas así, que sé que lo van a divertir y que no va a ser muy matado, adelante, que lo haga y vamos a ver, a lo mejor sale introvertido en el futuro.
“O a la mejor le gustan otro tipo de cosas, le gusta la Química, porque su abuelo, por parte de mi marido, fue un científico muy importante y reconocido, entonces a lo mejor le da por ese lado, o si le gusta este medio artístico, pues adelante, acá estará su mamá para ayudarle”.