El famoso compositor, quien libró el cáncer, nos platicó los oscuros momentos que pasó tras ser diagnosticado de esa enfermedad al poco tiempo de perder a su madre y hermano
Hablar de Fato es hablar de un hombre que ha puesto palabras y melodías dentro del alma de toda Latinoamérica. Ha dado canciones a grandes artistas como Joan Sebastian, Ana Gabriel, Vicente Fernández, Lucero, Pepe Aguilar, Edith Márquez y Alejandro Fernández. Su música no sólo conecta por lo que dice, sino por lo que duele y tiene más de 500 canciones registradas. Pese a que ama manejarse en bajo perfil, su influencia es inmensa, desde el desarrollo del pop mexicano, la balada ranchera y la música regional mexicana.
En entrevista exclusiva para TVyNovelas, el compositor habló por primera vez del enemigo que casi le quita la vida más de una vez.
¿Cómo comienza su víacrucis?
Estoy hablando con mi hermano a las once y media de la mañana. Me dice algunas cosas y en la tarde, mi hermano estaba trascendido.
Que fuerte...
Por un descuido de él mi madrecita santa se contagió, era su preferido. Al día siguiente mi madre sin tener síntomas, porque dormía conmigo, me dicen que también tiene COVID. Me volví loco, estaba muy triste, me dicen que mi mamá tiene afectados los pulmones, pregunto si mi mamá se va a morir, me dicen que sí y pues pasó.
Armando Manzanero decía que los compositores viven peor el dolor...
Sí, imagínate perder de un día para otro a mi hermano y mi madre. Yo lo único que hice fue salir del cuarto llorando. Recuerdo que le pedí a Dios le arrancara la cabeza a la bestia. Me dicen que salí del rancho de Guanajuato, que abrí la puerta y me fui caminando hacia el rancho de mi hermano, que era vecino mío, yo iba caminando y hablando con alguien y yo, en mi mente, venía hablando con mi mamá.
¿Cómo lo llevaste?
Mal, tuve una especie de enojo con mi hermano, tenía preguntas y a la vez no quería hacérmelas y llegó un momento que me convertí en un robot. Estaba en el cuarto, no salía. Luego de unos días me dice Alejandro, que es parte de mi equipo, que tengo un granito raro en la espalda. Fui al doctor y días después resulta que tenía un tumor de 17 centímetros a dos milímetros del pulmón.
O sea, casi no la cuenta...
Sí, olvídalo y con células atípicas, cancerígenas y pensé: “Me voy a morir”, de por sí venía de una tristeza absoluta. Pensar en mi hija, mi esposa, mis hermanos eso me hacía tener terror. Además, que el tinnitus que tengo es muy cruel. Yo decía: “Dios, sálvame, Jesucristo, amado Jesús, sácame de este trance”.
¿Cómo sale de esa depresión?
Fue muy raro, antes de ver la vida como ahora, pues me rompí, pensé en matarme. Pero gracias a Dios, había un tenis de mi hija y una foto de ella en la pared que decía: “Papi eres el mejor papá del mundo” y me detuve.
“YO TENGO 64 AÑOS Y NO ES QUE ME SIENTA VIEJO, PERO ES QUE EL TIEMPO NOS COME, ME QUEDAN 15 AÑOS APROXIMADAMENTE”
¿Cómo fue pelear consigo mismo?
Horrible, en la puerta del clóset yo tenía el arma, ya iba a abrirla, veo el tenis de mi hija, me recargo en la pared y ahí veo la foto de mi hija y empiezo a llorar inconsolable, me regresé a la sala.
¿Qué pensó después?
Yo pensé que mi hija no merecía ver algo así, no le haría eso, cambiaría su vida, la arruinaría, y tomé la decisión de decir: “Yo no le puedo hacer eso a mi familia, me detuve porque iba a cambiar su vida para siempre”.
¿Cambia la manera de ver la vida?
Por supuesto, yo tengo 64 años y no es que me sienta viejo, pero es que el tiempo nos come, me quedan 15 años aproximadamente.
¿En cama uno conoce a los amigos? ¿le pasó?
Sí, cuando yo me enfermé muy pocos aparecieron, desafortunadamente.
¿Se lo esperó?
No, la verdad, no me lo esperé. Las noticias corren rápido, Emmanuel me buscó, Mariana Seoane, los Aguilar. Ahora ya estoy contento, esperando mi presentación con Marco Di Mauro, Miguel Luna y Carlitos Macías.
¿Cuándo comenzarán sus homenajes?
Me propusieron hacer una especie de audiolibro, también Ramoncito Valdés quiere hacer un documental de mi vida.
¿Cómo está eso que ya se quiere retirar?
Quiero descansar y tomar solamente las fechas que yo diga, lo voy a disfrutar, quiero pasármelo bien, no quiero ya preocuparme de nada.
¿Cómo está de salud ahora?
Me toca un chequeo el 21 de julio, ahora estoy limpio. Tomo nueve pastillas al día, a veces me encantaría tomarme un whisky, pero ya lo haré cuando esté bien.