Ahora todo es una anécdota que incluso les provoca risa a ellos mismos, pero “salir del clóset” públicamente no fue sencillo para Felipe Nájera y Jaime Morales y mucho menos pelear por sus derechos y consolidarse como una familia homoparental.
A propósito del mes del orgullo LGBT+ platicamos con los esposos para TVyNovelas el podcast y nos compartieron su historia, desde cómo empezaron su relación de amor hace 25 años hasta cómo es su paternidad actualmente con su hija Alejandra, quien ya tiene 13 años.
“Fue hace 25 años que nos conocimos y llevamos 15 de casados, nos conocimos en un restaurante que tenía Jaime en la Condesa, y llegué con unos amigos que eran mutuos, pero yo andaba en un proceso de introspección porque estaba escribiendo una obra de teatro, La puerta negra, y yo estaba tratando de vivir lo que era la Cuaresma porque la obra sucedía en Semana Santa, entonces yo andaba superclavado en mi creación, y entonces él me mandaba un cafecito y yo decía: ‘No, no tomo café’, me mandaba una copita y yo: ‘No, no tomo vino’, y bueno Jaime ya pensaba: ‘Qué insorportable este’, pero a la semana ya vivíamos juntos”, nos relató Felipe.
Todo se fue dando de manera natural y después de vivir bajo el mismo techo por 10 años decidieron que era el momento de casarse, pues recién se había aprobado la ley de matrimonios igualitarios en la Ciudad de México, pero este paso también implicó decirle al mundo que eran gays, y para Felipe, quien era el famoso en la pantalla por su trayectoria actoral en telenovelas como Retrato de familia, Gente bien, Ramona, Rebelde y Destilando amor, “salir del clóset” no era cosa sencilla.
“EN EL 2010 TUVIMOS LA BODA, Y SÍ HABÍA UNA INTENCIÓN DE DECIR: ‘SÍ TENEMOS DERECHOS’": FELIPE
“Le dije a Jaime: ‘Vamos a hacer algo, o sea, hay que salir del clóset públicamente, decir que tenemos derechos’. Sí hicimos como una pequeña estrategia y le dije: ‘Es muy probable que me corran de la empresa’, pero no, fue padrísimo contar con el apoyo, por ejemplo, de Rosy Ocampo, que en ese momento era mi productora y yo estaba dirigiendo con ella. Le dije: ‘Oye Rosy, intento hacer esto y me dijo: ‘Tú avientate”.
Ya con el destape comenzaron a formar parte del movimiento por la lucha de sus derechos, como el derecho a casarse: “En el 2010 tuvimos la boda, y sí había una intención de decir: ‘Sí tenemos derechos, no se va a caer el mundo y sí nos queremos visibilizar y sí queremos hablar por los que no han podido hablar o se vieron obligados a hablar de otra manera”, platicó Felipe.
Mientras que Jaime agregó: “Necesitábamos ser congruentes con la lucha que se estaba realizando, en lo cotidiano no era necesario, porque ya vivíamos juntos, teníamos una vida a todo dar, pero era necesario ser congruentes. Fue cuando se empezó a politizar Felipe y dijo: ‘Yo no me puedo quedar callado. Si yo puedo llevar una cámara y decir: No somos una aberración, no somos anormales, somos personas, lo voy a hacer’”.
Ya como matrimonio se cristalizó otro sueño: ser papás, y aunque al inicio este era sólo el anhelo de Felipe, Jaime lo acogió y también lo hizo suyo, y adoptaron a Alejandra, que llegó a su hogar de cuatro meses de nacida. Para tenerla se prepararon en toda la extensión de la palabra, incluyendo terapia, que de cualquier manera ya formaba parte de su vida, además de informarse en todos los sentidos para darle lo mejor a su pequeña.
Ahora en la adolescencia de Ale, ambos tienen nuevas preocupaciones y siguen aprendiendo sobre la marcha.
“Yo soy muy intenso, alguien que expresa mucho las emociones y soy muy sensible, entonces pues todo lo vivo así como superlativo, así como de: ‘Ay, mi hijita, pero qué le pasó, por qué’ y me vuelven a salir los fantasmas que me salían desde que ella era bebé, y luego ya pienso: ‘Felipe, eso ya pasó’, pero a mí se me viene todo junto y mi monstruo, y eso es a veces con lo que más batallo, no batallo con Ale, sino conmigo mismo”.
Al respecto, Jaime añadió: “Felipe que dice que es muy intenso, tiene ese canal abierto para comunicarse con Ale, es el que habla con ella, yo soy el de llevarla a la natación, el de ir a la escuela, yo soy el de las cosas prácticas, pero Felipe es muy asertivo y tiene esta comunión con Alejandra”.
Así como Jaime mencionó que él se hace cargo de las cosas prácticas, también es muy previsor, ordenado y ya tenía vislumbrado todo un plan para cuando ocurriera el primer periodo menstrual de su hija, compró unos libros, tenía un kit preparado y él pensaba que iba a estar el día en que sucediera este evento, pero el destino lo llevó de viaje y a quien le tocó vivir el momento fue a Felipe.
“Pero dije: ‘No Felipe, no hagas show ni nada, no eres el protagonista aquí, vete a la cocina como si nada’, y ya pasó. A ver si un día Ale me deja contarlo en un stand up porque fue muy chistoso, tuve que contener toda mi cabeza así de mis monstruos para no interferir”, contó entre risas.
“HOY NUESTRA REALIDAD ES QUE SOMOS UNA FAMILIA”: JAIME
Actualmente ambos están muy orgullosos del papel que han desempeñado como papás de Ale y del acompañamiento que han realizado y de toda la lucha que han realizado para llegar al día de hoy y mandan un mensaje a la comunidad.
“Estamos orgullosos de saber quiénes somos y queremos hacer que la gente de la diversidad se sienta orgullosa de quien es. Del año uno de donde yo provengo, habíamos put… y vestidas, hoy hay todas las letras del acrónimo que quieran y algo novedoso, que es lo no binario, que creen que es moda, pero no, la gente antes no sabía en qué cajón ponerse y hoy tenemos la oportunidad de que muchos jóvenes y muchos viejos encuentren ese cajoncito a donde pertenecen con pares que les entiendan.
“No sólo fuimos un momento histórico maravilloso que costó trabajo, visibilizamos la lucha de mucha gente y pudimos decir: ‘Existimos, aquí estamos’, nos ponían barbaridades y cuando adoptamos a Alejandra nos ponían otras barbaridades, pero hoy nuestra realidad es que somos una familia conformada por dos papás, una hija y una red de apoyo maravillosa”.