La casa de los famosos México, en su tercera temporada, sigue llenándose de inquilinos y uno de ellos es, precisamente, uno de los co-mediantes más queridos por sus colegas: Shiky.
“Estoy feliz, pero también nervioso. Ahorita mismo hasta podría vomitar del estrés. Nadie sabe el tiempo que he pasado sentado en el baño esta última semana... ¡quizá diez veces al día! Pero estoy feliz. Esta es una gran oportunidad que me ha dado México. Soy extranjero, llevo aquí doce años y amo este país como no se imaginan. ¡Yo mato por México! Amo vivir aquí”.
En su primera noche, Shiky tuvo el privilegio de nominar. Así que, tras pensarlo mucho, decidió sus nominados:
- 2 puntos para Abelito, “porque lo quieren mucho allá aguera”
- 1 punto para Adrián Di Monte
El conductor sabe que habrá un sector del público que no lo conoce, pero está seguro de que la exposición de LCDLF México puede ser clave para su carrera: “Mucha gente no me ubica. Vengo de un ámbito más ligado a la radio y a las series de Televisa, así que en redes como TikTok hay quienes no me identifican, y es normal”.
“Lo que les digo es: disfruten el show. Los seres humanos podemos querer u odiar, y a veces nos inclinamos por lo segundo. Pero no odien desde el principio. Disfruten, déjennos expresarnos como somos, conózcanos y luego decidan si nos odian o no. Vamos a jugar con todo, sin importar si somos más o menos conocidos. ¡Y que el público también juegue con nosotros desde casa!”, señaló.
“EL EMPUJÓN DE MI PAREJA HA SIDO FUNDAMENTAL”
Una pieza clave en su decisión fue el apoyo de su pareja, quien lo animó a entrar al reality:
“Empecé en Telehit en 1997, estuve cuatro años, me fui y regresé en 2013. Desde entonces he hecho de todo en México. He trabajado hasta gratis para darme a conocer; estuve cinco años en radio sin cobrar. Sé que hay muchos famosos que merecen estar aquí, pero esta vez el ‘ticket dorado’ me tocó a mí. Y parte esencial de mi decisión fue mi pareja, quien me dijo: ‘Cariño, lo has hecho todo: teatro, radio, televisión, mundiales, olimpiadas... Este es un gran escaparate para que te conozcan’. Su apoyo ha sido fundamental”.
Respecto a la convivencia, asegura ser adaptable, aunque no subestima la competencia: “Yo me hago amigo hasta de un árbol. Si hay que limpiar, cocinar o colaborar, le entro a todo”.