JORGE “EL BURRO” VAN RANKIN muestra su lado humano y asegura: “Ahora soy más responsable, de mí dependen mis hijas, esposa y madre”

TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: JOSÉ LUIS RAMOS, GETTY IMAGES, CORTESÍA, ARCHIVO, IG BURROVAN

Jorge “El Burro” Van Rankin muestra un lado irreverente en televisión, pero fuera de ella es un padre e hijo entregado, amoroso y lleno de orgullo por la gran familia que tiene, incluida desde luego su amada Magda, con quien lleva 14 años en pareja. El conductor nos sorprendió al revelarnos que este año habrá boda con ella, y le ilusiona ver a sus dos hijas como pajecitas. Pero además de compartirnos su faceta personal, también nos habló sobre lo especial que ha sido para él la sección que tiene en el programa Hoy, “Ponle la cola al burro”, donde los famosos se han confesado de corazón, como hace unas semanas lo hizo el productor Memo del Bosque tras vencer el cáncer.

“SOY AMOROSO, PERO NO LO FUI HASTA QUE MURIÓ MI PAPÁ”

Seis años en el programa Hoy, y ahora con una sección en la que sacas el lado humano de los artistas... Ya casi siete; llegué con Carla Estrada, ahí me aventé tres años, luego dos con Reynaldo, y al tercer mes que entró Magda entré yo, y quiso hacer esta sección porque vio mi canal de YouTube donde tengo más de 50 entrevistas de política que hice antes de las elecciones, se llama En estado inconveniente, y me dijo: “¿Por qué no te avientas con los actores?”. ¿Qué pensaste? Me gustó la idea, empecé a hacerlas, y les fue muy bien en rating, y no lo digo por quedar bien, pero les he sacado a los artistas lo que a muchos no les cuentan. A veces me dicen que ciertos temas no y acaban diciéndotelo, porque la manera es fresca. Me gustaría tener un programa de puras entrevistas. ¿Es difícil entrar a ese lado teniendo a muchos como amigos? No, yo creo que es hasta un poco más fácil cuando los conoces. Amigos tengo muy pocos en el medio, pero son cuates con los que me la paso muy bien, me tiran buena onda y yo a ellos; de pronto comemos y tenemos alguna anécdota, pero no es de hablarnos por teléfono constantemente.

Memo del Bosque es tu gran amigo, ¿cómo viviste esta última entrevista? Él sí es de mis grandes amigos... Fue un momento difícil desde que me lo contó hace dos años y medio, que fue la primera etapa, no lo podía creer. Se hizo las quimioterapias, salió medio limpio. Había dos tumores chiquitos que por ahí le quedaron, y a los meses empezó a utilizar medicina alternativa, yo creo que por ahí le crecieron. ¿Qué pasó después? Se fue a su viaje al Mundial y le empezaron los dolores, hizo el chequeo otra vez y ya eran 23 tumores el año pasado. Vino el trasplante de médula y estuvo entre la vida y la muerte, porque te bajan las defensas, en tu sangre las células buenas las congelan y te meten ocho quimioterapias, una cada 12 horas. Es un trancazo, pero salió adelante gracias a Dios. ¿Cómo lo sentiste fuera de cámaras? Le agradecí mucho, sólo dio dos entrevistas, a Mónica y a mí. También estuvimos ayudándolo mucho cuando Vika me habló y me dijo: “Oye, está... pues mal”.

“Amigos tengo muy pocos en el medio, y Memo del Bosque es uno de ellos”

¿Qué pasó durante este proceso intermedio?, es un tema delicado... Lo entrevisté primero cuando iba a entrar en aislamiento más de 60 días, después cuando ya salió, hace un par de semanas. Debo decir que sí te pega, y dije: “Carajo, ojalá salga bien”; en este intermedio estaba en constante comunicación con Vika cuando él estaba completamente aislado, y cuando nos dio la noticia le dije: “Memo, ¿quieres que te vaya a ver?”. ¿Qué te contestó? “No, dame unos días, Burro”, le dije que se tomara su tiempo, hasta que lo fui a ver y me dio la entrevista, después nos invitó a ver el Super Bowl, previo a todo me lo había prometido, y cumplió. ¿Cómo lo ves ahora? Afortunadamente está bien, completamente limpio de los 23 tumores. ¿Sus visitas deben tener algún cuidado especial para ir a verlo? Nada, ya lo dieron de alta, él sólo tenía el tapabocas, sus defensas están más sólidas y tiene que hacerse chequeos cada seis meses. ¿Cómo está Vika? Ha sido el pilar. Estuvo bajoneada durante ese periodo, casi hubo un momento en que se va. Se le metió una bacteria, sus defensas bajas, y me habló: “Burro acaban de llegar los doctores y me dicen que está muy grave, se lo acaban de llevar a terapia intensiva”, lo recuerdo perfectamente. ¿Qué hicieron? El doctor le pidió que vinieran sus hijos porque esperaban lo peor. ¡Imagínate lo fuerte que estaba el asunto! Memo salió adelante gracias a Vika, los hijos, la confianza. Ahora nos da mucho gusto a la gente que lo conocemos y queremos que esté bien. ¿Hablaste con sus hijos? Son muy chiquitos, no hablé con ellos, sólo cuando lo entrevisté abracé a Luca, el grande, porque cuando recibieron las órdenes del doctor él dijo: “Mamá, dame una hora”, y se fue a rezar. Después le dijo a Vika: “Dios ya me dijo que no se lo va a llevar”. Los hijos han sido la fuerza que tiene Memo, Vika, los amigos y el patrón, el de arriba, es el que decide. Cambiando de tema, se acerca del 14 de febrero, ¿siempre te has rehusado a festejar? No me gusta, siempre he sido así. Ni el 10 de mayo, sólo le hablo a mi mamá y la felicito, obviamente, pero nunca he sido de festejar el 14 de febrero, jamás. ¿Tu esposa, Magda, es así también? Sí; bueno, yo soy más así, pero no me dice nada ni le digo nada, sólo: “Feliz Día del Amor y la Amistad” y ¡ojo!, respeto ese día, pero no me gusta. Mis hijas son más cursilonas y les gusta más. Ahora que son más grandes, ¿cómo vives el ser papá, te han cambiado? Sí, ya tienen ocho y cinco. Te va cambiando cuando volteas, parpadeas y están enormes, dejas que platiquen y te dicen unas cosas que sólo piensas: “Ay señor, ¿en qué momento pasó todo tan rápido?”, pero estoy muy contento de ver a mis hijas crecer, las amo profundamente. Me encanta estar con ellas, reírme y jugar. ¿Cómo logras esta estabilidad en tu familia? Sigo siendo el mismo estúpido e idiota de siempre, soy igual de irreverente con ellas, las vacilo, molesto y de todo. Eso sí, ahora tienes una responsabilidad, cuidas más tu chamba de que no te vayan a correr, porque ya dependen tres personas de ti. Y más para mí, que tengo una cuarta que es mi mamá, ya tiene 86 años.

“A MI MAMÁ LA AMO, LE MANDO BESOS, LE PELLIZCO LAS POMPAS, SOY GRAN HIJO”

No te imaginamos en tu papel de hijo... Soy amoroso, pero no lo fui hasta que murió mi papá, en el 96, porque nunca me dijeron “te quiero”, ni yo a ellos, y de ahí para adelante me llevo perfectamente; a mi mamá la amo, le mando besos, le pellizco las pompas, soy gran hijo. La mantengo, le hablo seguido. ¿Vive contigo? No, en Cuernavaca. Ya es mayor y le duelen mil cosas: la cadera, la espalda, pero de ahí en fuera, creo que está más sana que yo. ¿Por qué no te has casado? Llevamos 14 años, estoy muy contento y feliz con Magda, pero algún día me gustaría hacerlo por mis hijas, para que le carguen el vestido y verlas de pajecitas. ¿Lo han hablado? Sí, de repente me dice, aunque no es de exigirme, sino: “Estaría padre, bla bla”, así que este año lo haré. ¿Cómo te gustaría que fuera? Para nuestra boda pienso algo chiquitito pero significativo, una firmita. Amigos tengo 10 o 15, pero cuates, dos mil. Se viene la segunda temporada de Luis Miguel, ¿seguirás ahí? No, ya es otra etapa, pero viene 40 y 20, quinta y sexta temporada, en abril la hacemos.