El galán de Abismo de Pasión sí que le tuvo que echar ganas
Y así como lo ven de guapo y talentoso, el villanazo de Abismo de Pasión, Salvador Zerboni, sufrió discriminación en Estados Unidos. Hace años, decidió irse a estudiar a Nueva York, y fue ahí, en la universidad donde se graduó, donde vivió la discriminación de sus compañeros por ser mexicano.
El actor recuerda: “Fue bastante complicado. Me decían’?apple picker’ (‘el recoge manzanas’). No tiene nada que ver que seas rubio y de ojos azules, allá eres mexicano y eres mexicano. Estudié en una escuela muy buena, gracias a Dios, y al apoyo de mi familia también, y de que vendí todo para poderme ir a estudiar, pero sí los tratos de la gente eran bastante déspotas, por no decir otra palabra, bastante racistas”.
La discriminación por parte de sus compañeros llegó a tal grado, que este galanazo se quedó solo en la escuela, nadie quiso trabajar con él su proyecto de graduación, pero producirlo solo le traería excelentes resultados.
“Yo era mexicano y nadie quería trabajar conmigo, luego me costó más trabajo porque éramos 100 y nos graduamos 12, y yo quedé en primer lugar de la generación”, comenta.
El proyecto de Salvador quedó tan bien que fue la única obra comprada. “Para graduarte tienes que hacer una obra de teatro final. La tuve que hacer solo porque nadie quería actuar conmigo, y decía, ¿cómo le hago? Porque no tenía ni dinero para producir”.
Al final, la obra de quien da vida a Gabino Mendoza en Abismo de Pasión, estuvo ocho meses en cartelera en Nueva York. “Ocho meses estuve presentándola, y la produje, la dirigí y la actué orgullosamente, orgullosamente porque tuve que derramar una que otra lágrima. Claro que duele, esto ya es de ser humano, no de actor, que te menosprecien, que te insulten, que te hagan caras, pues bueno, uno se queda callado y se los aguanta, pero cuando llegas a casa, casi casi gritas en el colchón”.