El escándalo llegó para Alejandro Sanz esta semana cuando una fan de nombre Ivet Playà lo acusó de tratos inhumanos, y conductas que, sin bien no fueron ilegales, ella asegura que solo era una niña.
Y es que mientras el cantante tenía 49 años en ese momento, y ella 18, “Alejandro Sanz sabía perfectamente lo que era, lo sabía desde el principio. Yo era una niña”, acusó la mujer.
“Dejé mi hogar en Barcelona para mudarme a Madrid sola, porque me contrató para trabajar para él (...) Mi vínculo personal con él fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual. Se suponía que estaba viviendo un sueño más, pero se convirtió en una terrible pesadilla”.
“Me siento engañada. Me siento utilizada. Me siento humillada. Me siento incluso sucia porque no sé quién ha podido llegar a ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad. Os juro que lo he intentado justificar de todas las maneras. Sus acciones llegaron a traspasar cualquier límite de lo que yo consideraba, y considero, moral e incluso humano”.
Eso sí, Ivet aclaró: “En ningún caso culpabilizo a Alejandro Sanz de ninguna conducta delictiva. No es el qué, es el cómo”.
Alejandro Sanz responde
“Ivet, Yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”, escribió Alejandro Sanz en un comunicado publicado en Instagram.
El cantante fue más allá y señaló los posibles motivos por los que ella salió a acusarlo.
“En el mes de mayo me ofreciste participar en invertir en unos negocios familiares tuyos, tras revisarlo con mis asesores te dije que no”.
“Siento que tu reacción sea esta pero quiero que sepas que nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida. Te deseo encuentres pronto tu camino y felicidad”, escribió Alejandro Sanz.