MIGUEL RODARTE y LUIS DE LA ROSA protagonizan esta divertida historia y nos comparten su experiencia
TEXTO: FERNANDO MARTÍNEZ FOTOS: CORTESÍA VIDEOCINE
¿Alguna vez has pensado qué harías si descubres que tu verdadero padre es un actor en decadencia que desconoce tu existencia? Esto le sucedió en la cinta Un papá pirata a Ian (Luis de la Rosa), un apuesto joven que tenía la familia ideal, hasta que se entera de que su verdadero papá es André (Miguel Rodarte), un antiguo galán de telenovelas que ha tirado su vida por la borda después de protagonizar un bochornoso escándalo. Ahora solamente se dedica a emborracharse y dirigir una insolvente agencia de botargas, hasta que conoce a su hijo, quien a su corta edad le enseña el significado más importante de ser papá. Platicamos con sus protagonistas quienes nos compartieron cómo fue su experiencia al trabajar en esta divertida película que se estrena el próximo 25 de octubre en todas las salas de cine.
“ES UNA COMEDIA FAMILIAR EN LA QUE TE PUEDES SENTIR IDENTIFICADO” Miguel, ¿cómo fue participar en esta divertida película? Me sentí muy contento porque es una película en la que de repente se revela una mentira que se convierte en el gran villano de la historia; vemos a lo largo de la trama cómo cada uno de los personajes sana una parte de sí, sana esa mentira en pro del amor y del bienestar de uno mismo. También vemos cómo a veces la familia con la que creces es aquella que te da el apoyo, el amor incondicional, la que te recibe y te acepta tal como eres, contrario a lo que podría suceder con tu familia de sangre, hablando específicamente de esta historia. Creo que se logra una comedia sumamente familiar y entretenida, en la que te puedes sentir identificado, ya sea como adolescente, papá, abuelo o tío. Estoy muy agradecido por haber logrado una película tan entrañable y fresca.
Luis, ¿cómo fue trabajar con un elenco conformado por actores y actrices de primer nivel? Fue un privilegio trabajar con personas tan talentosas y con tanta experiencia porque me ayudaron mucho, los personajes que he hecho antes habían sido extrovertidos, seguros, platicadores y amigables, e Ian es lo opuesto: introvertido, tímido e inseguro. Humberto Hinojosa, mi director, me ayudó a abrirme las puertas y poder jugar, improvisar y conocer partes de la actuación que yo no conocía y que no sabía que era capaz de dominar y crecer como actor. [
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