Al igual que Alejandra Guzmán, Paola Durante se inyectó biopolímeros en los glúteos y ahora libra una dura batalla contra la infección
TEXTO: Grisel Vaca FOTOS: Ricardo Cristino, Web Hace 10 años, Paola Durante se inyectó biopolímeros en los glúteos, una especie de silicona plástica que pudo causarle la muerte. La actriz se dejó seducir por los supuestos resultados estéticos que tendría, sin medir los riesgos, y desde entonces libra una dura batalla contra las secuelas que le dejaron estas sustancias sintéticas que lamentablemente aún siguen en su cuerpo. En exclusiva, Paola decidió compartir con los lectores de TVyNovelas su amarga experiencia para alertar de alguna forma a las jóvenes sobre lo inseguros y letales que pueden resultar estos procedimientos. “Para mí no es nada fácil hablar del tema, pero si me animé es para ayudar a muchas chavas que desafortunadamente siguen inyectándose este producto; a varias las han dejado deformes de por vida”, expresó. “DESPUÉS DE REVISARME, ME DIJO QUE ESTABA TOTALMENTE INFECTADA” ¿Qué es lo que te sucedió? Tengo biopolímeros en las pompis, y bueno, es un producto muy peligroso que se puede ir a un órgano de tu cuerpo –no se sabe si enseguida, en una semana, en un mes o en un año– y causarte la muerte. A mí me hizo muchísimo daño, pero a pesar de todo me siento afortunada, conozco a una chava a la que le tuvieron que amputar una pierna, los dos senos... ¿Hace cuánto te pusiste los biopolímeros? Hace 10 años. ¿Quién te hizo este procedimiento? Fue una transexual que ya falleció, murió de lo mismo, se inyectó ese biopolímero y se le fue directo al cerebro. Seguramente hace 10 años, cuando te lo hiciste, no sabías de los riesgos... Sí, desafortunadamente no busqué en internet ni me informé, en ese tiempo vi a mis bailarinas que estaban muy bien y que no habían tenido ningún problema y pensé que era un producto que no tenía complicaciones, que daba el efecto que querías y no pasaba nada, pero cuando supe lo que le pasó a Alejandra Guzmán me cayó el veinte, dije: “Ups, creo que me inyecté algo que no”, entonces, una de mis amigas me aconsejó que no lo pensara más y me lo quitara. ¿Qué hiciste? Después de ver el caso de Alejandra busqué a mujeres que se habían puesto biopolímeros para preguntarles qué habían hecho, si se lo habían retirado, y una de ellas me dijo que había ido con un cirujano en Colombia y que le llamara para ver si podía atenderme, porque no todas las pacientes son candidatas. Así fue, le mandé al doctor todos los estudios que me pidió y me dijo que no me preocupara, que podía operarme y quitarme los biopolímeros. ¿Fuiste a Colombia a tratarte? Sí, allá me checó el doctor, me hizo más estudios, me quitó los biopolímeros y me puso unos implantes chiquitos para tapar los huecos que quedaban, estuve dos semanas en Colombia con enfermera y cuidándome superbién como me dijo. Después regresé a México, y cuando fui a la cama hiperbárica, una doctora me dijo que tenía la herida un poco abierta, que se me veía negra la piel y que tenía que ir con un cirujano plástico, pero nadie me quería atender porque ningún doctor se quiere arriesgar. Finalmente encontré uno, y después de revisarme me dijo que estaba totalmente infectada y que no podía atenderme porque me había operado en Colombia. “LE PROMETÍ A MI MAMÁ QUE NO ME VOY A VOLVER A HACER NINGUNA CIRUGÍA” Entonces, ¿fuiste otra vez a Colombia? Sí, afortunadamente había pagado un seguro por la cirugía. Cuando llegué al hospital de allá, la herida se abrió por completo y salió material derretido, como si estuviera echado a perder o como si hubiera traído unas prótesis usadas, no sé... Me tuvieron que retirar más biopolímeros y toda la infección, quedé sin ninguna prótesis ni nada, al natural, y la herida no quería cerrar, pero me cuidé mucho, incluso me quedé todo un mes en Colombia y todavía me duele un poco la herida. ¿De qué forma te estás cuidando ahora? Tengo un mes tratándome con el doctor Gamaliel Román, me mandó hacer estudios y me dijo que todavía tenía producto, pero que afortunadamente estaba alrededor de las pompis y no se ha ido a ningún órgano. Me está inyectando células madre para que se regenere el tejido, porque el producto me fue carcomiendo la piel y me dejó muchos huequitos, como si fuera celulitis; entonces, con varios tratamientos que me está haciendo ahí la llevo. ¿Qué va a pasar con los residuos que tienes todavía? El doctor me dijo que mientras el producto se quede ahí no hay que moverlo porque se puede alterar y pasar algo peor, así que cada seis meses me tengo que hacer estudios y una radiofrecuencia para ver dónde está el material, y si no se ha movido, mejor ni tocarlo. Si llegara a moverse a otras zonas de mi cuerpo tendrían que volverme a abrir. Aparte de los tratamientos, ¿tienes que hacer otras cosas para cuidarte? Pues no me puedo asolear el área de las pompis porque se puede calentar el producto y alterar; gracias a Dios ya se me está quitando el aspecto moradito de la piel porque no me he bronceado, y estoy con los tratamientos; tengo que ir tres veces por semana a inyectarme células madre. Estéticamente, ¿cómo ves tus glúteos? Habían quedado muy mal, con muchos hoyitos, se veían raros porque se retiraron los implantes, pero ahorita con los tratamientos y mucho ejercicio que estoy haciendo se ven mucho mejor. ¿Te volverías a operar las pompis? ¡Nooo!, ya no, no me quiero tocar nunca más el cuerpo; le prometí a mi mamá (q.e.p.d.) que no me voy a volver a hacer ninguna cirugía. ¿La situación que viviste te causó algún trauma? Sí, porque cuando te ves en el espejo, en vez de ver un cambio y verte bonita, te ves peor, y ese trauma, aunque quedes bien después, no se quita; me ha costado muchísimo trabajo verme al espejo y decir “estoy bien, ¡estoy viva!”. Es realmente traumatizante lo que te pasa con esto.
