En el 2008 inició su relación con Mauricio Becker, en la que procrearon a su hija Scarlett.
Por primera vez, Nora Salinas ventila todo lo que sufrió al ser víctima de violencia intrafamilar, y lo mucho que le ha ayudado el baile a superarlo. La actriz comenta que lo único y más importante que tiene son sus hijos.
Ella trata de que cada uno mantenga una buena relación con su respectivo padre, para que sean unos niños felices, sin dejar de lado la demanda que existe por pensión alimenticia, ya que es un caso normal y lo que procede cuando las parejas se separan.
- Nora, ¿qué etapa está viviendo la actriz como mujer, en este momento?
Finalmente, quienes se afectan son los niños. Desconozco de dónde sale la información que se publica. Volví a nacer, me siento contenta por poner un alto a algo que no me gustaba y a la situación que estaba viviendo. Fue muy difícil. Lo que me puso en pie fue el pensar que soy mamá, y yo soy un ejemplo para mi familia, mis hijos, la gente que me sigue y, lo más importante, que me quiero.
“En su momento, cuando decidí separarme, lo sufrí y me dolió. Soy una persona que acepta las cosas como son y aprende de lo sucedido, pero no me pienso estacionar ahí”, dice.
- ¿Se repitió el patrón?
No, yo nunca viví con Miguel lo que sufrí con Mauricio, eso es lo que ha publicado la prensa. No he hablado del tema y los medios inventan historias que no son ciertas. Jamás se repitió el patrón y no lo pienso permitir.
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- ¿Has vivido violencia intrafamiliar?
Sí, y estoy orgullosa de haber puesto un alto. No me arrepiento, eso es lo que se debe hacer, sin importar lo que la demás gente pueda pensar. Muchas personas se frenan por el qué dirán, yo tengo que ver por mi bien y el de mis hijos; les digo a todas las mujeres que pongan un hasta aquí a esa situación. Yo soy feliz y me siento entera, si me hubiera dado pena, tal vez no estaría contándolo.
- ¿Tomaste terapias?
Las terapias ayudan bastante, lo principal antes de tomar alguna, es que quieras sanarte en verdad. Si uno no desea recuperarse, puedes tomar 80 mil terapias, sin poner un remedio a tu vida. Soy muy creyente y siempre platico con Dios, le pido que me ayude a salir adelante y me ha escuchado. Mira en dónde me encuentro ahora, me siento perfectamente bien.
“El bailar ha sido una gran tratamiento y no dejaré de hacerlo por el resto de mi vida. He descubierto cosas en esta nueva etapa y, de haber sabido, tomo clases desde niña (risas)”, menciona.
- ¿Cómo te calificas, después de lo acontecido?
Madura, segura, grande, con muchas ganas de seguir adelante para ser una excelente mujer, madre, hermana, hijay ser cada día mejor en lo que hago, porque este es un don que Dios me dio. Quiero continuar creciendo para el público, porque él siempre han estado conmigo.
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