Él es un buen hijo y siempre ha mantenido pendiente de su mamá, dice.
Melissa Sánchez, madre de Eleazar y Zoraida Gómez, nos confiesa el dolor de no poder ver bien.
“Mis papás no se daban cuenta de que no veía”
- Señora, cuéntenos, ¿cómo fue su niñez con este padecimiento de los ojos?
“Fue complicado porque nací ciega, muchos años no vi nada; empecé a caminar como invidente, de hecho todavía arrastro los pies y manoteo. En los ojos tengo un mal de nacimiento, una malformación que no es hereditaria”.
- ¿Sus papás se dieron cuenta?
“Los míos se percataron hasta que caminé, me caía todo el tiempo”.
- ¿A qué edad comenzó a ver?
“Como a los ocho años de edad. Antes sólo veía sombras claras y oscuras, como bultos borrosos. Fue varios años de oscuridad”.
- Por fortuna, la vida le devolvió la vista.
“Sí, la última operación que me hicieron fue la de láser excimer para quitarme los lentes. El problema es que después de cinco o seis años vuelves a perder la visión y sólo te la puedes hacer tres veces en la vida”.
- ¿En qué consiste?
“Es una intervención bastante sencilla. No se requiere de análisis previos, al momento te checan el grosor de la córnea y, si eres apta, te hacen la cirugía”.
- ¿Cuándo fue la última operación?
“Hace seis años y otra vez estoy perdiendo la visión apresuradamente. Lo que me queda de vista, te juro que lo cuido mucho”.
- ¿Cuántas operaciones se ha realizado a lo largo de su vida?
“Doce. La primera fue a los seis años y duró muchísimas horas. Antes te internabas mínimo un mes previo a la intervención, para realizarte estudios. Gracias a Dios, ahora no te duele nada; entras, te operas y sales el mismo día”.
¡Qué caray con la salud de la mami de Eleazar! Escríbanle al actor de Miss XV para que tenga mucho ánimo y no pierda la fe.
