Este 8 de abril Joan Sebastian festejaría 70 años; a casi seis de su muerte, sigue la distancia entre sus hijos y los pleitos por la herencia.
TEXTO: MARÍA DE JESÚS CANDEDO
Joan Sebastian, quien estaría cumpliendo 70 años este 8 de abril, falleció el 13 de julio de 2015 en su rancho ubicado en Teacalco, Guerrero. Uno a uno, sus hijos se presentaron en la fortaleza Figueroa para honrar a uno de los ídolos más queridos de México. El Rancho Cruz de la Sierra se llenó poco a poco de flores, hasta desbordarse de rosas blancas en el lugar donde velaron su cuerpo. José Manuel, el hijo mayor, no podía siquiera ver con claridad; con un semblante roto y los ojos hinchados, abrazaba a los fans que lloraban la muerte de su padre. Ese día, su hijo menor dejó de ser Juliancito y mostró una hombría sorpresiva al lado de su madre, Maribel Guardia. Luego de peregrinar por todo su pueblo, el cuerpo de Joan Sebastian fue sepultado y cubierto por la tierra que lo vio nacer 64 años atrás. El panteón familiar tenía a su patriarca con la única petición: que la familia Figueroa nunca se separara. Nunca imaginó que lamentablemente esto no sería una realidad.
EL MOTIVO DEL DISTANCIAMIENTO
Y es que, desde aquel día, las pertenencias de afamado Rey del Jaripeo se concentraron en un sólo punto, ha denunciado Joana Figueroa:
“Los que se quedaron con todo fueron mis hermanos. Se repartieron relojes, lentes, camionetas... todo entre ellos y yo no he recibido ni una calceta. Si yo tengo dos camisas, dos sacos y un par de zapatos de mi papá es porque un señor guardó esas cosas en el rancho y me dijo: ‘Yo sé que a ti no te van a dar nada. Llévate eso, por favor’. ¿Pueden creerlo? Si yo tengo cosas de mi papá es porque alguien más me lo dio, no mi familia”, comentó.
“Todo el mundo se robó todo, y todo mundo se adueñó de cosas que no son de ellos, y por eso tienen todo lo que tienen. Ya estoy harta de quedarme callada y así está la cosa. Tristemente, a mí me da tanta pena ser hermana de ellos por todas las cosas que están dispuestos a hacer ilegalmente. “Todo mundo sabe que la casa era mía, y ahí me iban a visitar; era lógico, ahí me quedaba yo. Estoy luchando de la manera correcta, legalmente; lleva tiempo, pero tampoco voy a hacer lo que los demás han hecho, sin permisos de la Corte y así”. Ante ello, Julián Figueroa, fruto de la relación de Joan Sebastian con Maribel Guardia, también se ha defendido: “A nadie nos ha tocado nada. Las cosas que yo tengo, que son Las Palmas y un rancho en Veracruz, me las dejó mi papá en vida. Ella tiene propiedades en Estados Unidos que se las heredó en vida, como me las heredaron a mí. Entonces es lo mismo.
“Ya en su momento nos tocará parte de la herencia. Hipócritas no somos, porque cuando nos hemos tenido que decir nuestras cosas nos las hemos dicho, y cuando nos hemos tenido que abrazar, nos hemos abrazado”.
La propia Maribel Guardia ha comentado al respecto: “No sé nada, pero la herencia no se ha repartido. Julián no ha recibido más que lo que su papá dejó en vida, y nada más, es lo que sé. Los bienes que estaban repartidos antes de la herencia, como en el caso de Julián, que el papá le dejó la propiedad Las Palmas y él tenía usufructo desde los 90. Insisto: lo que está en manos de los herederos es porque el papá lo repartió en vida”.
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